"La aventura puede ser peligrosa... Pero la rutina, eso sí que es mortal". Paulo Cohelo

   Soy Agustín, el menor de tres hermanos varones. Nací el 24.06.1980, en Tandil (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Ciudad que adoro, que logré desapegarme recién a los 36 años. Localidad de gran belleza turística, universitaria y mística. (Su nombre, en idioma de pueblos originarios locales (mapuche) significa "piedra que late", y fué casi considerada maravilla del mundo por sus naturales oscilaciones que atraían turistas de todo el mundo, hasta su caída el 29 de febrero 1912).
   
   Estudié, trabajé y me recibí de Cocinero Profesional en 2004 en Tandil. Me dí el gusto de dedicarme a unas de mis pasiones, la gastronomía. Estaba muy ilusionado cuando comencé, eso duró poco. Al experimentar trabajar como ayudante de cocina me dí cuenta como que no quería vivir como un esclavo. (Lamentablemente en la mayoría de los servicios gastronómicos el sistema está perversamente planteada la explotación de los empleados). Era hora de cambiar de rumbo, pero hacia donde? Entonces decidí crear empresas que, sobre todo, respeten a las personas...

Para festejar la decisión, luego de renunciar al trabajo de cocinero me fuí un mes de mochilero al Sur cordillerano Argentino (Bariloche, El Bolsón, Esquel). Me llenó de energía, alegría y entusiasmo. Pero era hora de volver a mi ciudad.

   Estudié y me recibí de Licenciado en Administración en 2011, también en Tandil. Título universitario, especializado en Operaciones y Emprendimientos. Trabajando siempre con proyectos propios (tales como una residencia universitaria, servicios gastronómicos a domicilio en oficinas, entre otros). Pero una vez recibido me dí cuenta que no quería tampoco ser esclavo de mi propias creaciones. Yo, en lo más profundo de mi alma, deseaba recorrer el mundo. Viajar, conocer otros paisajes, descubrir secretos ocultos, aprender a saborear la vida. Aún no sabía cómo, pero sí sabía que, sobre todo, quería ser LIBRE. Un sueño aún sin forma, pero que estaba empezando a germinar.

   Así fue que, una vez recibido, arribé a Barcelona en Julio de 2011, donde me esperaban mis dos hermanos. Ellos ya se ocupaban de otra cosa, pero habían aprendido el oficio de Afilador de Cuchillos. Entonces me lo enseñaron, juntos. Y a partir de ahí empezaron mis aventuras, ya que este oficio me permitió viajar y llevar el trabajo conmigo sin demasiadas complicaciones. Me daba esa libertad y flexibilidad que en los trabajos de relación de dependencia y proyectos propios se me privaba. Además de descubrir que disfrutaba el proceso y que el oficio requiere cierta destreza manual, artesana.

   Recién comenzaba mi transformación, porque de tener dos títulos costosamente conseguidos a aceptar la idea que el afilado de cuchillos era lo mío, pasé por muchas etapas. Ya que en mi país, la fama del afilador de cuchillos no es muy bien vista, ya que se relaciona con los engaños de los gitanos y la mala fama de los presidiarios. Cosa que en España, pasa lo contrario. Aquí te reciben en general, con una sonrisa y nostálgicos.

Luego de tanta idas y venidas de Argentina a España, finalmente decidí radicarme en Barcelona en a mediados de 2016. Ciudad preciosa y completa. Donde estaba mi familia. Pero igualmente pienso viajar, y mucho. Por todo el Planeta.

Por otro lado, en mi insaciable búsqueda espiritual, me encontré con Osvaldo (un chamán de descendiente de pueblos originarios -comechingones-) en Capilla del Monte (Córdoba, Argentina) allá por 2014.
   "Flipé en colores", como dicen en España. Así, fuí combinando los mismos con mis meditaciones y reiki.
  Entonces, en Diciembre de 2017 finalizo en Barcelona un curso de 13 meses de Sanación Energética con Cristales.  Cosa extravagante, pero hermosa. Me conecta con un mundo tanto fantástico como real, el de la espiritualidad. De que Todos somos UNO. Estamos en la era de Acuario, ya es hora de volver a unirnos integrando nuestras diferencias. Con ellos (los cristales) fuí comprendiendo de que todo es posible, y que vamos hacia un mundo mejor. En pocas palabras, consiste en que todo es energía, y los Cristales como primeros habitantes del Planeta Tierra están dispuestos a enseñarnos lo que saben...   vibracionalmente, claro. Esa es su forma de comunicarse. Y nosotros podemos beneficiarnos de ellos personalmente o con la ayuda de un sanador. Es así que el día de hoy, con entusiasmo, me declaro Sanador Energético con Cristales. Puedo hacer sesiones de sanación presenciales o a distancia (a todo el Globo Terráqueo!)

   Finalmente, mi proyecto personal, profesional y artísico es éste: "Leyendas de un Afilador". En el cual estoy decidido en reunir todas mis pasiones, las domine o no, en un mismo proyecto. En búsqueda de aventuras, descifrar leyendas, compartir arte, disfrutar de buenos momentos, encontrar respuestas... tomándome cada paso, cada viaje y la vida misma como un juego. Que sino me aburro! Necesito variedad. Soy inquieto, soy así. Así que: viajar afilando cuchillos, fotografiando la hermosura de las cosas, pintando, relatando mis experiencias, realizando vídeos documentales, jugar con la música, compartiendo y enseñando sobre el fascinante mundo holístico de los cristales... Descubriéndome. Tengo miles caminos. Entonces, elijo todos aquellos que me hagan bien. Y así, voy construyendo mi camino en búsqueda de ser feliz durante el mismo...  que si bien no sé cuanto durará, haré lo posible porque valga la pena transitarlo.

Te sumas?

L'Arrotino

   Todos tenemos un lado oscuro que integrar, y eso lo logramos reconociéndolo y aceptándolo, amándonos a nosotros mismos como un Todo. El lado oscuro de la luna es nuestra psiquis, la cual suele rozar la locura. En nuestra mente la que se burla de los impulsos emocionales del corazón.

   En mi caso, recuerdo ser muy sensible o irritable desde pequeño. Atrayéndome las historias y juegos que brindaban un mundo fantástico. Inevitablemente mi esencia deseaba que la realidad sea tan fantástica como en mi imaginación... Soñador o iluso? Todo tiene dos caras. Dualidad: blanco o negro, bueno o malo, ángel o demonio. La historia de niño se fue repitiendo con el paso de los años, viviendo momentos de ilusión donde todo era perfecto y alegre, hasta llegar a darme cuenta de que el mundo en que vivía contrastaba sellando esa diferencia con una experiencia desagradable. Bulling en la adolescencia, haber ido a un colegio cristiano y salir muchísimo menos cristiano de lo que entré, haber estudiado una de mis grandes pasiones (cocina) y chocarme con una gastronomía esclava y perversa... son algunos de los ejemplos de los choques con la dualidad que he personalmente he vivido.
   Pero sobre todo en este caso quiero hablar de mi último gran aprendizaje: mi experiencia bajo las drogas ilegales o "intoxicantes". Ellas también tienen dos caras, una fácilmente visible (favorable, al consumirla) y otra más escurridiza a largo plazo...  que me costó varios años reconocer, hasta hoy. Las conocí al entrar ya en la edad adulto, ya suficientemente castigado y agobiado con los desafíos que nos impone el sistema de esta sociedad. (Por suerte coincidió con mi comienzo de despertar espiritual, el cual servía de soporte a mi insaciable búsqueda). Las drogas me ofrecían un puente al bienestar, a la aventura de un mundo fantástico y divertido. Lo que me faltaba comprender e integrar era que bajo ese velo de colores estaban los efectos secundarios a medio y largo plazo. Y la historia se repite, siempre, hasta que logramos trascenderla. Vivimos lo que vivimos porque tiene que ser así. Y nos damos cuenta de que aprendimos cuando realmente hay un cambio de actitud. Logramos trascender esa dualidad. Es aprendizaje. De lo contrario, seguimos señalando el lado oscuro de lo que vivimos...  que siempre se ve reflejado fuera. Aunque el origen está dentro. Incluyendo la genética aportada por nuestros ancestros (Hay varios métodos holísticos para trascenderlos o superarlos).
 
   En Diciembre de 2017 me diagnosticaron transtorno bipolar. Lo sufro desde mi adolescencia bajo la depresión, pero el diagnostico fué luego de haber hecho "locuras" extremas en estado euforia en Barcelona, llegando a regalar cada uno los cristales de mi botiquín holístico (explicando la razón por las cual la persona beneficiada lo había elegido) festejando que me había recibido de Sanador Energético con Cristales. Pero el punto más extremo fué donar mi bicicleta afiladora al Pueblo... porque veía claramente a una cataluña cansada y sin esperanza ante el burlesque político. Llegué a poner la bicicleta sobre uno de los leones bajo el monumento a Colón, con todo lo necesario para afilar, librando a la suerte o viveza del una persona pícara que aproveche la oportunidad del cambio. Sí, una locura... Sobre todo porque era la única bicicleta que tenía y era mi vehículo de trabajo en ese momento... Una buena causa, pero no estaba del todo consciente de lo que hacía, o sí. Internamente no estaba bien. Estaba desequilibrado. Hoy, no me arrepiento de lo hecho porque reconozco que hubo aprendizaje cuando miro hacia atrás. Veo un Agustín que se refugiaba en las drogas eventualmente por miedo y rechazo a la realidad que percibía. Y otra parte de mí, la aventurera, veía a esa experiencia simplemente como un juego...  el de meterme en las profundidades de la oscuridad. Por suerte "lo pagué barato", podría haber sido mucho peor. Y mi familia logró captarme en el momento justo. Estaré siempre agradecido.
   Hoy elijo firmemente desarrollarme mediante una VIDA SANA. Meditación, deporte, música, baile, diversión en cada momento, viajar... hay muchos de recursos hermosos que nos hacen bien. Elijo este camino, perdono e integro mi lado oscuro de la luna. Siempre habrá desafíos, pero iré superándolos poco a poco...  Y como buen canceriano, la Luna me rige con fuerza...  nunca voy a dejar de soñar. Pero esta vez estoy dispuesto a anclar esos deseos en la Tierra. Disfrutando cada paso de mi camino.
Es por eso que hoy me siento millonario... por dentro!

"Porque todo aquél que disfrute del camino, lleva la llama del éxito consigo".

El día de hoy, siento que lo he logrado, aunque me queda mucho por aprender y enseñar.

L'Arrotino